El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) propuso a la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México que se realice un convenio de colaboración para que las cámaras de videovigilancia de la cadena hotelera se conecten al sistema del C5, con el objetivo de reforzar la seguridad y combatir delitos como la trata de personas.
El titular del C5, Salvador Guerrero Chiprés, comentó que actualmente la capital cuenta con 83 mil 414 cámaras, pero de aquí a mayo del próximo año se espera que se instalen 40 mil cámaras más, incluidas las del sector hotelero.
Agregó que el fallo de la licitación estará listo la última semana de este mes, para que los dos siguientes meses de comience con la instalación, de acuerdo con la capacidad de las empresas. Además, aseguró que se cuidará la privacidad de los huéspedes.
“Tendrían que estar (las cámaras) en los espacios que los hoteles decidan, es decir, gestionar la imagen; donde hay mayor interés de colaboración es en las cámaras que se dirigen afuera, es decir, en las entradas principales de los hoteles, no queremos que haya ninguna tensión entre la lógica”, dijo en entrevista con Nx Noticias.
Salvador Guerrero comentó que la trata de personas es un delito que se ha perseguido sólidamente desde los últimos siete años, y quienes lo cometen buscan a sectores vulnerables, así como oportunidades para ponerlo en práctica.
“Hay un segmento de depredadores globales que buscan dónde generar situaciones para vulnerar a niñas, niños y adolescentes, así que nosotros estamos alerta, hay una alianza con el Consejo Ciudadano, el C5, pero aquí el tema central son los hoteles y las plataformas que están a disposición del público”, sostuvo.
Por otro lado, Javier Puente, quien encabeza la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, propuso la creación de un padrón público de unidades de hospedaje turístico, así como el control y gestión de la carga turística por zona, con la finalidad de distribuir el impacto turístico en distintos lugares.
También mencionó que se debe profesionalizar a los anfitriones por medio de capacitación y estándares de seguridad, así como abrir canales de comunicación permanente con comunidades locales y autoridades.