En un suburbio del este de Londres, un hombre de 36 años fue arrestado tras atacar con una espada a miembros del público y a agentes de policía cerca de la estación de metro Hainault. El ataque, que ocurrió este martes, resultó en la muerte de un niño de 13 años y dejó heridas a otras cuatro personas, incluyendo dos policías.
La Policía Metropolitana fue alertada inicialmente por informes de un vehículo que había impactado contra una casa en una calle residencial y de personas siendo apuñaladas en las proximidades.
El superintendente jefe Stuart Bell describió el incidente como «verdaderamente horrible» y expresó su empatía hacia las víctimas desde el lugar de los hechos. Un vídeo difundido por los medios británicos mostró al sospechoso, vestido con una sudadera con capucha amarilla, caminando con una espada larga cerca de las casas afectadas. Testigos relataron haber oído a la policía gritar al hombre que bajara el arma mientras lo perseguían.
El subcomisionado adjunto, Ade Adelekan, aseguró que no se busca a más sospechosos y que no se considera que haya una amenaza para la comunidad en general. «Este incidente no parece estar relacionado con el terrorismo», afirmó. Transport for London cerró la estación de metro Hainault como parte de la investigación policial.
El primer ministro Rishi Sunak calificó el ataque de «impactante» y afirmó que «semejante violencia no tiene cabida en nuestras calles».
