Lyle y Erik Menéndez enfrentan una nueva audiencia en su intento por obtener una nueva sentencia que les permita quedar en libertad, luego de más de tres décadas en prisión por el asesinato de sus padres, ocurrido en 1989.
El juez Michael Jesic, de la Corte Superior del condado de Los Ángeles, escuchará los argumentos de la fiscalía para revocar una moción presentada anteriormente por la defensa.
Según reportes de Fox News, la defensa sostiene que los asesinatos fueron cometidos en defensa propia, ya que José y Kitty Menéndez habrían planeado matarlos antes de ser atacados. Esta versión, sin embargo, ya había sido presentada y rechazada en el pasado por las autoridades judiciales.
A pesar de ello, la defensa busca que se reclasifique el delito de asesinato en primer grado a homicidio involuntario, lo que permitiría reducir la penalización.
En caso de que el tribunal acepte este argumento, los hermanos Menéndez podrían salir en libertad al considerar que ya han cumplido su condena.
Nathan Hochman, juez en Los Ángeles, ha mantenido una postura firme frente al caso de los hermanos Menéndez. “Han decidido permanecer tercamente atrincherados en sus más de 30 años de mentiras, engaños y negociaciones”, declaró Hochman en entrevista con Fox News, dejando entrever que los hermanos difícilmente obtendrán una redefinición de condena.
A pesar de la resistencia judicial, Brian Claypool, abogado defensor, no descarta que sus representados puedan acceder a libertad condicional a través de la Junta de Libertad Condicional de California.
Claypool también señaló que el caso ha estado marcado por motivaciones políticas, lo que, en su opinión, ha obstaculizado un juicio imparcial en un proceso que ha generado gran repercusión mediática.