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Quince estados y la capital, Brasilia, siguen en alerta por las altas temperaturas, producto de las condiciones climáticas extremas causadas por El Niño. Una sequía histórica en la Amazonía ha agotado los ríos en los últimos meses.

El martes, una ola de calor continuó afectando a varias ciudades de Brasil, incluyendo Rio de Janeiro, donde se registró una sensación térmica récord de 58,5 grados. Quince estados en el sureste, centro-oeste y parte del norte del país, junto con la capital, se mantuvieron en alerta por el calor extremo, según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).

En Rio de Janeiro, la temperatura alcanzó los 39 grados, mientras que en Brasilia llegó a los 37,3 grados, el máximo para noviembre desde que comenzaron las mediciones en 1962. En São Paulo, los termómetros también alcanzaron los 37,3 grados, con una humedad del aire del 21%, lo que provocó el segundo día más caluroso en la historia de la ciudad.

Las altas temperaturas, que son alrededor de 5 grados por encima de lo normal, han estado golpeando a los brasileños desde el fin de semana pasado y se espera que continúen hasta el viernes, según Inmet. El consumo de energía eléctrica también ha alcanzado un nuevo récord histórico debido a la ola de calor.

Las condiciones climáticas extremas en Brasil son el resultado de El Niño, que ha causado una sequía histórica en la Amazonía y fuertes lluvias con ciclones en el sur del país en los últimos meses.