Por primera vez en su carrera como entrenador, Josep Guardiola enfrenta una crisis inédita: seis partidos consecutivos sin ganar con el Manchester City. A pesar de empatar este martes contra el Feyenoord en la Champions League, el equipo dejó escapar una ventaja de tres goles, un golpe que nunca antes habían experimentado sus clubes bajo su dirección.
La frustración del técnico español quedó evidenciada durante el partido, donde apareció con un corte en la nariz y, al final, mostró rasguños en la cabeza. «Lo hice con mi dedo, con mi uña. Quiero lastimarme», admitió entre risas durante la conferencia de prensa.
Guardiola, conocido por su carácter intenso y pasional, ha llevado al límite sus emociones. Este resultado, sumado a su exigencia por la perfección, ha derivado en comportamientos que no se le habían visto en casi dos décadas de trayectoria.
El futuro no será más fácil para los ‘Citizens’. Los próximos retos incluyen enfrentar al Liverpool, Nottingham Forest y Crystal Palace en la Premier League, antes de un crucial duelo contra la Juventus en Champions y el derbi ante el Manchester United.