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La joven golfista Kai Trump, nieta del presidente de Estados Unidos, experimentó la dificultad del profesionalismo en su debut en el LPGA Tour. En la primera ronda del Torneo Annika en Florida, la joven de 18 años se ubicó en la última posición de la tabla, en un día donde la presión pareció superar los consejos de su círculo más íntimo.

Antes de saltar al green, Kai recibió palabras de aliento de figuras icónicas del deporte. Reveló que su abuelo, Donald Trump, le recomendó «divertirse y evitar los nervios». Más impactante aún, el legendario Tiger Woods actualmente en una relación con su madre, Vanessa Trump también le aconsejó «dejarse llevar y divertirse».

Sin embargo, ni los consejos de un presidente ni los de una leyenda pudieron aliviar la presión. Su tarjeta del día reflejó un +13 (83 golpes), resultado de una ronda con nueve bogeys y dos doble bogeys. La diferencia de nivel fue evidente, ya que se encuentra a 15 golpes del grupo de ocho líderes.

A pesar del difícil comienzo, Kai Trump participará en la segunda ronda este viernes. No obstante, las proyecciones indican que será «difícil que logre pasar el corte» y jugar el fin de semana, dada la gran desventaja acumulada en el primer día.

El debut de Kai Trump es un ejemplo de la diferencia abismal entre el golf amateur y el profesional. Pese al mal resultado, la joven enfrentará la segunda jornada con la misión de mejorar su score y poner en práctica los valiosos consejos que recibió antes de su bienvenida al LPGA Tour.