Este domingo comenzó una “segunda fase” de operaciones contra grupos armados partidarios del depuesto expresidente sirio, Bashar al Assad, una vez recuperado el control de las ciudades costeras donde se han concentrado las hostilidades, para pasar a la acción contra los restos de estas guerrillas en las inmediaciones de las localidades.
“Las fuerzas militares y servicios de seguridad comenzaron la segunda fase de la operación militar, para perseguir a los restos del régimen derrocado en el campo y las montañas”, informó el Ministerio de Defensa de Siria.
Los combates se recrudecen en la zona de Qadmus, también en los alrededores de Tartus, así como en la campiña de la ciudad de Latakia.
La comunidad internacional muestra su preocupación por estos combates, que estallaron a mediados de esta semana, así como por las informaciones de activistas que han alertado de una masacre contra la población civil de la zona.
En este sentido, el Ministerio de Defensa anunció una operación contra “grupos de indisciplinados” e “individuos no asignados a tareas militares” en respuesta a las denuncias formuladas por los activistas sirios.
Pero de acuerdo a la ONU, “se registran ejecuciones sumarias de carácter sectario que están perpetrando tanto los miembros de las fuerzas de seguridad de las autoridades de transición, como de elementos asociados al anterior gobierno, como de elementos no identificados”.
La organización Observatorio Sirio para los Derechos Humanos alertó de que han sido “ejecutados” más de un millar de civiles, la mayoría alauíes, en lo que describió como una operación encubierta de represalia orquestada por las fuerzas de seguridad de las nuevas autoridades.