La flotilla Global Sumud, que regresó a Barcelona por seguridad a causa del mal tiempo, empezó a salir nuevamente rumbo a Gaza en una misión humanitaria sin precedentes.
«Debido a las condiciones meteorológicas inseguras, realizamos una prueba en el mar y luego regresamos al puerto para permitir que pasara la tormenta. Esto supuso retrasar nuestra salida para evitar arriesgarnos a complicaciones con las embarcaciones más pequeñas», explicó la organización en un comunicado.
Entre las 300 personas que se enrolaron en esta misión humanitaria se encuentra la activista sueca Greta Thunberg.
También participa la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, quien recordó que la capital catalana fue «la primera ciudad europea en romper relaciones con Israel.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, presentó una propuesta ante el Gobierno para catalogar de «terroristas» a los activistas que viajan a bordo.