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El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se vio obligado a pedir disculpas públicas al director técnico de Argentina, Lionel Scaloni, por un insólito incidente ocurrido durante el sorteo del Mundial 2026. A Scaloni, en su calidad de campeón vigente, no se le permitió cargar la Copa del Mundo con las manos y, en cambio, se le ordenó portar guantes, un hecho que resultó visiblemente extraño en la presentación del trofeo.

La controversia puso en relieve el riguroso protocolo que rodea al trofeo. Ganar la Copa del Mundo es un club tan exclusivo que solo seis países lo han conseguido. La regla establece que únicamente pueden tocar el trofeo los jugadores que ya lo hayan ganado anteriormente, los jefes de estado (como sucedió con Donald Trump y Claudia Sheinbaum) y el equipo que lo gane en la Copa del Mundo en curso, en este caso, Argentina. A esto se suma el presidente de la FIFA.

Scaloni, representante de Argentina como último campeón de Qatar 2022, llevó la Copa al frente del sorteo en Washington D.C., pero lo hizo con guantes. La confusión surgió en el equipo de seguridad de la Copa del Mundo, quienes al parecer no reconocieron al entrenador argentino que llevó al éxito al cuadro nacional.

El tema escaló a tal grado que Infantino abordó la situación directamente. Durante la ceremonia para mostrar los horarios de cada uno de los grupos, el presidente de la FIFA invitó al estratega argentino a entregar de nuevo el trofeo, pero ahora sí, sin la necesidad de usar guantes.

Ante el gesto público de la FIFA, el director técnico Scaloni se mostró agradecido y no manifestó ningún enfado. El incidente, aunque brevemente incómodo, subrayó la estricta exclusividad que rodea al trofeo más codiciado del fútbol mundial.