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El fútbol da revanchas y Erick «Cubo» Torres está decidido a aprovechar la suya. El Municipal Liberia ha hecho oficial la llegada del ariete mexicano, quien se une al proyecto del club tras militar en el Sporting FC. Este fichaje marca la continuación de la travesía de Torres en Costa Rica, país que se ha convertido en su refugio profesional después de enfrentar una de las etapas más amargas de su carrera deportiva debido a una sanción por dopaje.

A sus 32 años, el exjugador de Chivas y Pumas llega a un equipo que vive un gran momento tras alcanzar el tercer puesto en el reciente Apertura 2025. Para el «Cubo», esta oportunidad es vital para dejar atrás la serie de eventos desafortunados que marcaron su retorno a la competición, incluyendo acuerdos fallidos con otros clubes debido a sanciones institucionales. Su contrato por 18 meses refleja la apuesta del Liberia por su olfato goleador.

La trayectoria de Torres ha sido una montaña rusa de emociones. Considerado en sus inicios como la gran promesa del ataque mexicano, el «Cubo» brilló en la MLS antes de regresar a la Liga MX con altibajos. En los últimos años, su paso por el Herediano y el Guanacasteca le ha otorgado un conocimiento profundo del fútbol costarricense, posicionándolo como uno de los jugadores más mediáticos y cotizados de la liga centroamericana.

El Municipal Liberia le da la bienvenida con entusiasmo, esperando que su experiencia sea el factor diferencial para pelear por la cima. «Damos la más cordial bienvenida a Erick ‘El Cubo’ Torres», anunció el club en sus redes sociales, destacando su procedencia del Sporting. Para el atacante, es el momento ideal para demostrar que la madurez adquirida puede traducirse en goles decisivos y un liderazgo renovado dentro del vestuario.

Con este fichaje, el fútbol de Costa Rica reafirma su interés por el talento mexicano con experiencia internacional. El «Cubo» Torres inicia esta etapa con la mirada puesta en lo más alto, buscando que su paso por la «Ciudad Blanca» sea recordado por sus logros deportivos y no por los obstáculos que tuvo que vencer para volver a calzarse los botines de manera profesional.