Ferrari vuelve a romper con su tradición en el Gran Premio de Miami al lucir colores que distan mucho de su clásico rojo. Esta vez, la escudería italiana vestirá a sus pilotos con indumentaria blanca y detalles en rojo, dejando atrás su característico tono principal. Además, los buzos antiflamas incorporarán el azul, gracias a una alianza comercial con la marca Hewlett Packard.
Este cambio, que repite la tendencia del año pasado en Florida, ha generado polémica entre sus aficionados más fieles, quienes consideran que el rojo es sagrado para la historia de Maranello. Entre las críticas, destacó la del periodista Luis Manuel López, quien expresó su inconformidad en redes sociales por la decisión de alterar la imagen emblemática de los monoplazas.
A pesar de estas reacciones, Ferrari sigue apostando por estrategias de marketing que le permitan mantenerse vigente dentro y fuera de la pista. La gorra oficial de los pilotos también adoptó el blanco brillante con el tradicional escudo en el centro, manteniendo los logos de sus patrocinadores en lugares visibles.
El equipo, que no ha comenzado la temporada con el pie derecho, se ubica actualmente en la cuarta posición del campeonato de constructores. Lewis Hamilton aún no se adapta del todo al monoplaza, mientras que Charles Leclerc no ha sido consistente en sus actuaciones, alejándose del podio en varias ocasiones.
Con el arranque de la semana del GP de Miami, los ojos del mundo están puestos sobre el circuito de Florida. Desde el viernes, los motores rugirán y Ferrari intentará cambiar no solo su imagen, sino también su rendimiento en pista.