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La mañana de este jueves, la Federal Bureau of Investigation (FBI) sacudió al mundo de la NBA con una operación coordinada en varios estados de EE.UU., que derivó en el arresto del jugador activo Terry Rozier (Miami Heat) y del entrenador en ejercicio Chauncey Billups (Portland Trail Blazers).

Según las autoridades, los casos son “relacionados, pero separados”: Rozier está implicado en una investigación sobre apuestas deportivas basadas en información confidencial de la NBA, mientras que Billups figura en una estructura de póker ilegal vinculada a la mafia.


En el caso de Rozier, los federales apuntan a una jugada concreta: el 23 de marzo de 2023, en un partido entre Charlotte Hornets y New Orleans Pelicans, se registró un inusual aluvión de apuestas por la baja producción estadística del base (que era miembro de los Hornets entonces), quien jugó apenas 10 minutos y abandonó el juego aduciendo una lesión en el pie.

Por su parte, Billups, leyenda de la NBA y entrenador de Portland, está acusado de participar en partidas de póker cuidadosamente manipuladas: mesas con barajas marcadas, máquinas alteradas, e incluso tecnología de rayos X, todo bajo el manto de familias mafiosas neoyorquinas. 

La NBA ha reaccionado de forma inmediata: suspendió de manera indefinida tanto a Rozier como a Billups mientras coopera con las instancias federales. El comisionado Adam Silver enfatizó que la integridad de la liga está en juego.