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El Super Bowl LVIII se convirtió en el evento televisivo más seguido en Estados Unidos en décadas, rivalizando en audiencia con el histórico alunizaje de 1969. Este emocionante encuentro, que consagró a los Chiefs de Kansas City como campeones por segunda vez consecutiva tras vencer a los 49ers de San Francisco, captó la atención de 123.4 millones de espectadores, de acuerdo con datos de CBS.

Este enfrentamiento en Las Vegas superó el récord previo de audiencia del Super Bowl, establecido el año anterior con 115 millones de espectadores que presenciaron la victoria de los Chiefs sobre los Eagles de Filadelfia.

La notable presencia de la estrella pop Taylor Swift en el estadio, quien ha estado en el centro de atención debido a su relación con Travis Kelce, ala cerrada de los Chiefs, también jugó un papel importante en el incremento de la audiencia. Swift logró atraer a millones de sus seguidores más jóvenes, y una encuesta realizada por Numerator reveló que el 20% de los espectadores sintonizó el juego motivado por la artista.

CNN destacó que el Super Bowl LVIII alcanzó una cifra de televidentes que casi iguala a la transmisión más vista en la historia, el aterrizaje del Apolo 11 en la Luna, que capturó la atención de entre 125 y 150 millones de personas.