Ángel Di María vivió un momento profundamente emotivo este lunes al ser presentado como nuevo jugador de Rosario Central. En un acto lleno de nostalgia y sentimientos encontrados, el internacional argentino no pudo contener las lágrimas frente a los presentes que celebró su regreso como un acontecimiento histórico para el club.
Su recorrido en el fútbol internacional incluyó pasos brillantes por algunos de los clubes más grandes del mundo. Desde su salida de Rosario en 2007, jugó en Benfica, Real Madrid, Manchester United, Paris Saint-Germain y Juventus. A los 37 años, con una Copa del Mundo en su palmarés, decidió regresar al club de sus amores.
El regreso no fue solo una decisión deportiva, sino una elección de vida. Di María confesó que era algo que su familia anhelaba desde hace tiempo. “Lo soñamos juntos”, dijo. Fue también una forma de honrar sus raíces, aquellas que comenzaron cuando apenas era un niño en las divisiones inferiores.
Además, compartió con la prensa el mensaje de apoyo de Lionel Messi, quien lo felicitó por cumplir este sueño. “Me escribió unos días después, sabía lo que esto significaba para mí”, explicó el Fideo. El lazo con sus compañeros de selección trasciende lo profesional: “son como hermanos”, añadió.
Rosario Central se enfrentará a 9 de Julio en la Copa Santa Fe este miércoles. Aunque el cuerpo técnico aún no decide si Di María jugará tan pronto, su simple presencia genera un impulso anímico. La vuelta de un ídolo siempre transforma, y Rosario vuelve a vibrar con el Fideo.