Más de 70 mil personas asistieron al estadio State Farm en Glendale, Arizona, para honrar la vida y el legado de Charlie Kirk, once días después de su asesinato durante un evento en el campus de la Universidad del Valle de Utah.

Afuera del recinto se quedaron miles de personas que llenaron también el Desert Diamond Arena, al otro lado de la calle.
La lista de oradores incluyó a los más altos niveles del Gobierno de Estados Unidos, incluido el presidente Donald Trump. El vicepresidente J. D. Vance, y la viuda de Kirk, Erika, también rindieron emotivos discursos.
Más allá de los oradores principales, a la ceremonia asistieron numerosos funcionarios del Gobierno de Trump y personalidades de alto perfil, como el magnate tecnológico Elon Musk, lo que dejó en evidencia la importancia de Kirk en la política republicana y sus relaciones con miembros de la Casa Blanca y el actual gabinete.

La Casa Blanca destacó su visión, misión, impacto y su profundo amor por la nación. “Charlie Kirk fue único. Una vida dedicada a la fe, la libertad y a Estados Unidos”, destacó con un emotivo video en su sitio oficial.