Durante la primera ronda del Challenger de Santiago (413 ranking mundial), el tenista argentino Guido Justo protagonizó un momento de preocupación al desplomarse en medio de su partido contra Genaro Olivieri. El incidente ocurrió después de más de tres horas de juego intenso sobre polvo de ladrillo, cuando Justo intentaba cerrar un punto y cayó al suelo debido a calambres severos.
Tanto su oponente como el juez de silla mostraron inmediata preocupación por la salud de Justo. Aunque intentó reincorporarse y continuar el encuentro, el tenista volvió a caer al suelo en el siguiente punto, tomándose la pierna derecha, lo que lo obligó a retirarse del partido.
Este incidente resalta la exigencia física y mental a la que están sometidos los tenistas profesionales, especialmente en torneos de larga duración y en superficies demandantes como el polvo de ladrillo. La salud y el bienestar de los jugadores son aspectos fundamentales que deben ser priorizados para evitar situaciones de riesgo en la cancha.
Afortunadamente, tras recibir atención médica, se confirmó que Justo sufrió problemas musculares sin mayores complicaciones, aunque su abandono del torneo fue inevitable. El duelo finalmente terminó cuando iba 6-2, (3)6-7 Y 6-5 en favor de Genaro Olivieri, que se metió a la segunda ronda, dónde se medirá con el español Murken Dellien.
