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Ciento sesenta goles no fueron suficientes para mantener vivo el legado de Omar Bravo en las Chivas de Guadalajara. El club tomó la decisión más radical de su historia reciente al eliminar todo vestigio del exfutbolista de su museo oficial, una medida sin precedentes que refleja la gravedad del escándalo judicial que envuelve al sinaloense. La institución rojiblanca, conocida por venerar a sus leyendas, optó por el camino del distanciamiento total tras la vinculación a proceso de Bravo por abuso sexual infantil agravado.

El pasado 4 de octubre marcó el inicio del derrumbe cuando elementos de la Fiscalía de Jalisco detuvieron a Bravo en Zapopan, actuando sobre una denuncia presentada el 30 de septiembre por una menor de 17 años. La víctima proporcionó videos, audios y capturas de pantalla que documentarían años de presuntos abusos iniciados cuando ella tenía apenas 10 años de edad, evidencias que el ministerio público consideró suficientemente sólidas para solicitar la prisión preventiva.

La audiencia del 10 de octubre selló el destino institucional del exgoleador. El juez dictaminó prisión preventiva por seis meses mientras se desarrolla el proceso penal, decisión que provocó una reacción en cadena en el ecosistema futbolístico tapatío. Primero fue su remoción como embajador del Mundial 2026, cargo del que fue relevado por la exgolfista Lorena Ochoa en un acto protocolario que buscó minimizar el impacto mediático del escándalo. Después vino lo impensable: la desaparición total de su presencia en el museo del Estadio Akron.

Videos viralizados en redes sociales muestran el vacío dejado por el retiro de la camiseta con la que Bravo rompió el récord de Salvador Reyes, una marca que parecía inamovible desde los años cincuenta. En su lugar, el club colocó una exposición sobre los mundialistas mexicanos que han vestido la rojiblanca, aunque la ironía es evidente: Bravo mismo fue parte de ese selecto grupo en Alemania 2006. El balón conmemorativo de sus hazañas goleadoras también desapareció, como si dos décadas de gloria pudieran borrarse con un simple cambio de exhibición.

La defensa del exfutbolista, encabezada por su hermana Daniela, insiste en que las acusaciones tienen motivaciones económicas y presenta coartadas sobre la ausencia de Omar en las fechas señaladas. Sin embargo, la Fiscalía reveló la existencia de dos carpetas de investigación adicionales contra Bravo, sugiriendo que el caso podría ser más complejo de lo inicialmente conocido. Mientras la justicia determina su culpabilidad o inocencia, Chivas ya emitió su veredicto: Omar Bravo, el hombre que alguna vez fue sinónimo de gol y gloria para el Guadalajara, ahora es un nombre que el club prefiere no recordar.