Rasmus Hojlund y David Neres se vistieron de héroes en Riad para liderar la victoria del Napoli 2-0 sobre el AC Milan en la primera semifinal de la Supercopa italiana. En un inicio intenso donde el Milan generó peligro constante a través de Jashari y Pavlovic, las figuras ofensivas del Napoli esperaron pacientemente su oportunidad. El equipo dirigido por Conte fue ajustando piezas conforme avanzaba el primer tiempo, preparando el escenario para un contragolpe fulminante que rompería la paridad.
El primer zarpazo fue obra de David Neres al minuto 39, quien estuvo atento para cazar un balón suelto en el área pequeña tras una jugada previa de Hojlund y Spinazzola. El extremo brasileño no perdonó ante la duda del portero Maignan, poniendo fin al dominio inicial de un Milan que no lograba capitalizar sus aproximaciones. Con el marcador a favor, el Napoli se marchó al descanso con la tranquilidad de haber sido el equipo más certero en los momentos determinantes.
La segunda parte vio a un Rasmus Hojlund muy activo, participando tanto en la creación como en la finalización de las jugadas de peligro. Mientras el Milan acumulaba llegadas sin efectividad, el Napoli ganaba metros con confianza, liderado por la potencia física de su delantero danés. Amir Rrahmani también tuvo su oportunidad de marcar tras un disparo de media distancia, pero fue Hojlund quien finalmente cerraría la noche con una actuación consagratoria para el deleite de la afición napolitana.
Al minuto 63, Hojlund firmó un auténtico golazo que puso el candado al partido: recibió un pase largo desde el mediocampo, aguantó la presión de la zaga y sacó un latigazo cruzado que batió por completo a Mike Maignan. Este 2-0 premiaba la perseverancia de un Napoli que supo leer las debilidades defensivas del rival en campo abierto. El delantero danés no solo marcó el gol de la tranquilidad, sino que se convirtió en una pesadilla constante para los defensores del conjunto milanista durante toda la noche.
Pese a los cambios desesperados del Milan, incluyendo la entrada de Luka Modric, la defensa napolitana resistió sin fisuras hasta el cierre del encuentro. El partido terminó con algunos roces entre los jugadores que no pasaron a mayores, confirmando el pase del Napoli a la final tras un planteamiento colectivo impecable. Ahora, los napolitanos aguardan por el ganador de la llave entre Inter y Bologna, con la moral por las nubes tras haber eliminado a uno de los máximos favoritos al título.








