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El delantero del Watford, Kwadwo Baah, casi al final del partido contra el Portsmouth en la Championship de Inglaterra, celebró un gol con el icónico baile «Take the L» de ‘Fortnite’. Este gesto, frente a la afición rival, enfureció tanto a los seguidores como a los jugadores del equipo contrario.

El árbitro del encuentro, Geoff Eltringham, no lo dejó pasar. Considerando el baile como una provocación, mostró a Baah la segunda tarjeta amarilla, que derivó en su expulsión. A pesar de esto, el Watford logró sellar una victoria 2-1.

La decisión arbitral ha generado controversia. Muchos aficionados y analistas creen que el castigo fue excesivo, destacando que este tipo de celebraciones son expresiones culturales que no deberían ser malinterpretadas como provocaciones.

Este incidente es un ejemplo más de cómo las normas sobre celebraciones en el fútbol necesitan ser revisadas, para que los jugadores puedan expresarse sin temor a represalias desproporcionadas.