La historia de Kazuyoshi Miura sumó hoy un nuevo capítulo que parece extraído de una ficción. Este martes, el Fukushima United confirmó la llegada del delantero de 58 años en calidad de cedido, asegurando que el futbolista más longevo del planeta seguirá perforando redes en la tercera división nipona. Miura llega procedente del Yokohama FC, dueño de su carta, con el objetivo de aportar su inmensa jerarquía a un equipo que busca ascender en el escalafón del fútbol japonés.
«King Kazu» ha tenido un recorrido frenético en los últimos años para mantenerse en forma. Tras su paso por la segunda división de Portugal con el Oliveirense y su estancia en la cuarta división de Japón, el delantero decidió que el 2026 será un año de competencia en la J3. Miura, quien ha sido profesional durante cinco décadas distintas, sigue siendo un ejemplo de profesionalismo, manteniendo una dieta y un régimen de entrenamiento que le permiten competir con jugadores que podrían ser sus nietos.
Su legado comenzó en la década de los 80 en Brasil, una apuesta arriesgada que lo convirtió en un pionero absoluto. Fue el primer japonés en brillar en el extranjero antes de que el mercado asiático fuera común para los clubes europeos. Al regresar a Japón en los 90, se convirtió en el ídolo máximo de la recién creada liga profesional, elevando el estatus del fútbol en un país donde el béisbol dominaba tradicionalmente el gusto popular.
Con los «Samuráis Azules», Miura fue el estandarte de una época de transformación. Sus 55 goles con la camiseta nacional lo sitúan como uno de los máximos artilleros históricos del país. Aunque no pudo disputar un Mundial, su contribución a la clasificación y al crecimiento del equipo nacional en los años 90 fue fundamental para que Japón se convirtiera en la potencia asiática que es hoy en día, asistiendo a todas las citas mundialistas desde 1998.
El anuncio de su llegada al Fukushima United ha generado una ola de respeto en las redes sociales de todo el mundo. Miura no juega por necesidad económica ni por falta de opciones fuera del campo, sino por un deseo genuino de estar sobre el césped. Mientras el mundo del fútbol ve retirarse a estrellas de 35 años, «King Kazu» se prepara para celebrar su 59 cumpleaños con los botines puestos, demostrando que el límite solo existe en la mente de los demás.




