El boxeador mexicano Jaime Munguía enfrenta una crisis tras dar positivo por metabolitos de testosterona exógena en una prueba antidopaje realizada el 4 de mayo, después de su victoria por decisión unánime sobre Bruno Surace en Arabia Saudita. Este resultado pone en riesgo su triunfo y podría acarrear sanciones significativas, incluida la anulación del combate.
Munguía, de 28 años, expresó su sorpresa ante el hallazgo, destacando que durante su carrera ha superado múltiples controles sin inconvenientes. Afirmó estar dispuesto a someterse a cualquier prueba adicional para demostrar su inocencia y tiene diez días para solicitar el análisis de la muestra B.
La situación también ha generado controversia en torno al entrenador Eddy Reynoso, ya que Munguía se unió recientemente a su equipo. Este caso se suma a otros tres positivos de boxeadores bajo la tutela de Reynoso, incluidos Canelo Álvarez, Óscar Valdez y Julio César Martínez, lo que pone en tela de juicio los métodos de preparación del «Canelo Team».
Bruno Surace, su oponente francés, exigió la anulación del resultado y condenó el uso de sustancias prohibidas en el boxeo, argumentando que el deporte ya es suficientemente peligroso sin trampas. Surace había noqueado a Munguía en diciembre pasado, y la revancha en mayo fue vista como una oportunidad de redención para el mexicano.
Este escándalo reaviva el debate sobre el dopaje en el boxeo y plantea interrogantes sobre la integridad de los equipos de entrenamiento de alto perfil.