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Una de las historias más insólitas del deporte olímpico reciente tuvo un final favorable para la francesa Ysaora Thibus. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) aceptó su defensa de contaminación involuntaria, tras haber dado positivo por ostarina en una prueba antidopaje realizada a principios de 2024.

La ostarina, sustancia no aprobada por la FDA y considerada prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje, suele usarse para incrementar masa muscular. Thibus, sin embargo, logró probar que la presencia del agente en su cuerpo se debió a un contacto prolongado con su pareja sentimental, el estadounidense Race Imboden.

El TAS consideró evidencias médicas y científicas que demostraron que dosis pequeñas de ostarina pueden transferirse por saliva en contactos frecuentes y repetidos. La audiencia de marzo fue determinante para establecer esta forma de contaminación accidental como creíble.

Pese a que la Federación Internacional de Esgrima había absuelto a la atleta, la WADA apeló, exigiendo una suspensión de cuatro años. No obstante, el TAS desestimó la solicitud, cerrando el caso a favor de Thibus y sentando un precedente en la jurisprudencia deportiva.

Libre de sanción, Ysaora Thibus participó en los Juegos Olímpicos de París, aunque sin repetir podio. Finalizó quinta en equipos y vigesimoctava en individual. Imboden, implicado indirectamente, no asistió al evento.