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El veterano futbolista Jesús Navas puso fin a su ilustre carrera en el Santiago Bernabéu, un escenario que, irónicamente, le brindó una despedida tan emotiva como inesperada. A sus 39 años y con 989 encuentros como profesional, y tras una trayectoria repleta de éxitos con el Sevilla FC, el Manchester City y la selección española, recibió una ovación unánime de la afición madridista, un gesto que el propio Navas calificó como algo «increíble» y una muestra del trabajo bien hecho a lo largo de su carrera.

La despedida no se limitó a la ovación del público. Jugadores del Real Madrid, rivales en el campo, compartieron emotivos abrazos con Navas al finalizar el partido, reflejando el respeto y admiración que el jugador se ha ganado en el mundo del fútbol. Este reconocimiento público, coronado por las lágrimas del propio Navas, subraya la profunda huella que ha dejado en el deporte.

Más allá de los títulos y los reconocimientos individuales, el legado de Jesús Navas trasciende el ámbito deportivo. Su entrenador, Xavi García Pimienta, destacó su compromiso inquebrantable y su influencia positiva en el vestuario, especialmente en la formación de jóvenes talentos. Navas, a pesar de sus problemas físicos en la recta final de su carrera, nunca faltó a un entrenamiento, predicando con el ejemplo y dejando una marca importante en el Sevilla FC.

La etapa de Navas en el Sevilla FC no ha concluido. Aunque se retira del fútbol profesional, continuará ligado al club, compartiendo su experiencia y sabiduría con las nuevas generaciones de jugadores.