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El fútbol profesional japonés ha presentado su nueva joya tecnológica para el 2026: el balón Sfida Tsubasa J Pro. Este modelo ha sido diseñado específicamente para la J.League con el objetivo de celebrar el centenario de la competición. Lo que hace especial a este esférico es su integración gráfica con la estética de Captain Tsubasa (conocido en Latinoamérica como Súper Campeones ), logrando una simbiosis perfecta entre un equipamiento de alto rendimiento y el arte del manga más influyente de la historia.

Los detalles técnicos del balón están acompañados por una carga simbólica impresionante. Incluye la imagen del propio Tsubasa Ozora y alas estilizadas que representan el significado de su nombre en japonés. Además de cumplir con los estándares de la liga profesional, el diseño de Sfida incluye la emblemática filosofía de la serie: “The ball is my friend”  (el balón es mi amigo). Es una pieza de ingeniería que rinde homenaje a la nostalgia de millones de futbolistas que crecieron viendo las hazañas de Oliver Atom.

La elección de Sfida como nuevo socio estratégico de la J.League pone fin a una tradición de 33 años donde Adidas dominaba el suministro de balones. Este movimiento busca fortalecer la industria local japonesa frente a las marcas globales. El “Tsubasa J Pro” será el balón principal de la primera jornada de la temporada 2026, asegurando que la primera imagen del centenario sea un tributo a la cultura pop que puso a Japón en el mapa futbolístico mundial.

Desde el punto de vista comercial, el lanzamiento ha sido un éxito mediático antes de su primer partido oficial. Con un precio de mercado de 19,800 yenes (alrededor de 2 mil 300 pesos mexicanos), el balón se posiciona como un artículo de gama alta. La marca ha asegurado que, aunque es un diseño de colección, está construido para soportar la máxima exigencia del fútbol profesional, garantizando durabilidad y precisión en el campo de juego.

Los fanáticos en el extranjero, especialmente en Latinoamérica, ya pueden adquirirlo mediante plataformas digitales. Aunque el precio base ronda los 130 dólares, el valor sentimental para la generación que creció con los Súper Campeones parece superar cualquier barrera económica. El «Tsubasa J Pro» no es solo un balón; es el cumplimiento de una promesa de infancia para muchos profesionales que hoy militan en las ligas del mundo.