El Gran Premio de España se presenta como un evento doblemente especial para Alpine. La escudería conmemora su 70.º aniversario con una edición emblemática en Barcelona, desplegando una imagen renovada tanto en sus monoplazas como en los uniformes de sus pilotos. El A525 lucirá un diseño especial con el logotipo conmemorativo, mientras que Pierre Gasly y Franco Colapinto vestirán monos en blanco, rojo y azul, celebrando las raíces francesas de la marca fundada por Jean Rédélé en 1955.
Franco Colapinto llega al GP de España con ánimos renovados tras una actuación difícil en Mónaco, donde los problemas con el ritmo del coche y una calificación lejana afectaron sus posibilidades. A pesar de adoptar una estrategia de dos paradas adaptada a la nueva reglamentación, apenas logró avanzar hasta el puesto 13.
El piloto argentino ve con buenos ojos el trazado catalán, que permite mejores oportunidades de adaptación al monoplaza. Además, la carga emocional del fin de semana se intensifica al coincidir con su cumpleaños y la oportunidad de competir frente a una gran cantidad de aficionados hispanohablantes.
Por su parte, Pierre Gasly también expresó su deseo de mejorar el rendimiento en comparación con Mónaco. El incidente con Yuki Tsunoda y la mala posición en la parrilla impidieron cualquier posibilidad de remontar. Gasly se muestra optimista ante las condiciones técnicas más favorables de Barcelona y mantiene la esperanza de un desempeño superior.
Con la mirada puesta en la última carrera de la triple jornada, Alpine no solo celebra su legado, sino que busca cerrar esta etapa con resultados alentadores en uno de los circuitos más técnicos del calendario. Entre motores y nostalgia, Barcelona será el escenario perfecto para escribir un nuevo capítulo en la historia del equipo.