El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para rebajar la clasificación del cannabis y ubicarlo en una categoría de drogas menos restrictiva. Su objetivo es facilitar la investigación científica, aunque reiteró que su uso recreativo seguirá siendo ilegal a nivel federal.
Durante el acto en la Casa Blanca, Trump subrayó que la medida no legaliza la marihuana en ningún sentido, ni autoriza su consumo recreativo. La orden retira al cannabis de la categoría I de narcóticos, donde se encuentra la heroína. Ahora lo coloca en la categoría III, junto a sustancias como la ketamina.
La iniciativa también contempla la creación de un programa piloto para que pacientes del sistema de salud Medicare puedan recibir reembolsos por la compra de productos con CBD, un componente del cannabis sin efectos psicoactivos.
El anuncio se realizó en el Despacho Oval, con la presencia de profesionales de la salud, pacientes oncológicos y representantes del sector farmacéutico.
Actualmente, el consumo recreativo de cannabis es legal en 24 estados y en Washington D. C., aunque continúa prohibido bajo la legislación federal.










