El gobierno de Ecuador declaró un estado de excepción en nueve localidades y en el sistema penitenciario, incluida la capital, Quito, debido al aumento de la violencia en vísperas de la segunda vuelta presidencial.
La medida, que estará vigente por 60 días, implica la restricción de ciertos derechos ciudadanos, como la libre movilidad, y busca contener la “grave conmoción interna” provocada por el incremento de delitos y la actividad de grupos armados organizados, según argumentó el presidente Daniel Noboa.
El decreto también abarca las cárceles del país, debido a que han sido escenario de sangrientas masacres en años recientes entre bandas criminales rivales que operan desde el interior de los centros penitenciarios.
La medida se adopta a solo un día de que más de 13.7 millones de ecuatorianos acudan a las urnas para decidir si otorgan a Daniel Noboa un mandato completo (2025-2029), o si devuelven al correísmo al poder con la candidata opositora Luisa González.
De ganar, González se convertiría en la primera mujer en la historia del país en alcanzar la presidencia mediante elecciones.