La celebración de los Eagles como campeones defensores quedó en segundo plano por un incidente insólito. Jalen Carter, uno de los pilares de la defensiva de Filadelfia, fue expulsado apenas iniciaba el duelo inaugural frente a Dallas, luego de escupir directamente sobre la camiseta del quarterback rival, Dak Prescott.
El castigo no solo dejó en inferioridad a los campeones desde el arranque, sino que también significó 15 yardas de penalización en la primera jugada. Los Cowboys aprovecharon la situación y convirtieron la serie en puntos, gracias a un acarreo de Javonte Williams para touchdown. El abucheo de la afición fue inmediato contra Carter mientras abandonaba el campo con evidente frustración.
La expulsión es un golpe inesperado para el joven liniero, considerado pieza fundamental en el título de Super Bowl conseguido la campaña anterior. Su impacto en la trinchera lo había colocado como uno de los jugadores más dominantes de la NFL en apenas un año de trayectoria.
Vic Fangio, coordinador defensivo de los Eagles, había subrayado esta semana la necesidad de que Carter mantuviera la concentración y jugara con disciplina para maximizar su rendimiento. Sin embargo, esa recomendación fue ignorada en el peor momento: el inicio de la temporada y en un partido de máxima rivalidad divisional.
El pasado del jugador vuelve a ponerse sobre la mesa. En 2023, Carter enfrentó problemas legales por un accidente automovilístico en Georgia que marcó su llegada al draft. Aun así, los Eagles confiaron en su entorno profesional para potenciarlo. La expulsión ante Dallas reabre el debate sobre si el joven talento sabrá controlar su carácter en momentos de presión.