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San Francisco recibió una pésima noticia: Nick Bosa sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y no volverá a jugar en la temporada. El defensivo se lesionó en la victoria ante Arizona, encendiendo alarmas que se confirmaron tras exámenes médicos realizados.

Bosa había iniciado de gran forma la campaña, consolidando una carrera marcada por su productividad. En seis temporadas, solo en esta ocasión no alcanzará al menos nueve capturas. Con 74 ½ capturas en temporada regular y playoffs, es uno de los pass rushers más dominantes de la NFL.

El entrenador Kyle Shanahan reconoció que será imposible reemplazarlo individualmente: “No se reemplaza a alguien como Nick así como así. Esto será un trabajo colectivo”.

La responsabilidad recaerá en jugadores jóvenes como Mykel Williams y en veteranos como Bryce Huff y Yetur Gross-Matos. Williams fue claro: “Tenemos que dar un paso al frente, todos, porque Bosa es un jugador fundamental”.

Los 49ers, que también lidian con las bajas de Purdy, Kittle y Aiyuk, mantienen un récord de 3-0. La misión ahora será demostrar que la solidez del equipo puede superar la ausencia de su mayor figura defensiva.