En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que en México, durante 2023 hubo 8,034 muertes por cáncer de mama en la población de 20 años y más, de las cuales 99.5% ocurrió en mujeres, mientras que en hombres fueron 42 fallecimientos, lo que representó 0.5%.
En México, en 2023, por cada 100 mil mujeres de 20 años y más, la tasa de mortalidad por cáncer de mama fue de 17.9. Entre las entidades, Sonora registró la tasa más elevada con 27.5, seguida por Chihuahua con 25.2, mientras que las tasas más bajas se ubicaron en Campeche con 9.9 y Guerrero con 11.0.
Se observó el mayor número de defunciones por cáncer de mama en las mujeres que se encuentran en el grupo de edad de 60 a 74 años, con 2,598. A medida que aumentó la edad, también lo hizo la tasa de mortalidad. Por cada 100 mil mujeres de 85 años y más, se produjeron 85.7 defunciones.
La Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México (ENASEM) 2021 identificó que 176,672 mujeres de 50 años y más declararon que habían tenido cáncer de mama, lo que equivale a 42.8% de las mujeres que señalaron haber tenido cáncer en algún momento de su vida.
Por grandes grupos de edad, las mujeres de 60 a 74 años reportaron la mayor prevalencia, con 62.1%.
De las mujeres de 50 a 59 años, 65.0% se realizó autoexploración mamaria, mientras que en las de 84 años y más, 18.6% lo hizo. Una tendencia similar se presentó para las mujeres que se realizaron mamografía, con 51.5% y 12.6%, respectivamente.
El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en las células de la mama, entendiendo por tumor maligno un grupo de células que crecen de manera desordenada e independiente, que tiende a invadir los tejidos que lo rodean, así como órganos distantes (metástasis).
El cáncer más frecuente en las mujeres es el de mama, pero a partir del año 2006, gracias a la detección temprana y opciones de tratamiento, la tasa de mortalidad ha disminuido, por ello se recomienda la autoexploración.
Observa: frente al espejo, busca cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel; especialmente hundimientos, inflación, enrojecimiento o ulceraciones. Este procedimiento deberás hacerlo con los brazos a los lados, las manos detrás de la cabeza, los codos y hombros ligeramente hacia adelante y con las manos en la cintura.
Toca: frente al espejo o durante el baño, busca bolitas, zonas dolorosas, abultamientos o consistencia diferente al resto de la mama. Este procedimiento deberás hacerlo de la siguiente manera:
- De pie: la mano derecha en la nuca, con la izquierda toca el pecho derecho. Comienza desde arriba palpando alrededor de la mama y luego en la parte del centro. Posteriormente, revisa toda la axila y al final aprieta el pezón para ver si hay salida anormal de líquido. Explora el otro pecho de la misma manera.
- Acostada: con una almohada pequeña o toalla enrollada debajo del hombro derecho, pon la mano derecha en la nuca, con la mano izquierda revisa el pecho derecho, palpa de la misma manera que lo hiciste estando de pie. Haz lo mismo para explorar el seno izquierdo.
Explórate siete días después de la menstruación, si ya no reglas hazlo en un día fijo del mes.