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Los Ángeles Dodgers han establecido un precedente financiero en la historia de las Grandes Ligas tras la conquista de su segundo título consecutivo de la Serie Mundial. La organización californiana deberá abonar un impuesto de lujo de 169.4 millones de dólares, una cifra que pulveriza el récord anterior de 103 millones que ellos mismos impusieron el año pasado. Con una nómina multiestelar que alcanzó los 417.3 millones de dólares, el equipo angelino ha acumulado un desembolso de 272.4 millones por este concepto en solo dos temporadas, consolidando una estrategia donde la inversión masiva es el motor principal del éxito deportivo.

Dentro de este presupuesto monumental, el contrato de Shohei Ohtani destaca no solo por sus números en el campo, sino por sus beneficios exclusivos. La nómina incluyó cerca de 950,000 dólares en compensaciones no monetarias para el astro japonés, cubriendo servicios como un intérprete personal y el uso de una suite de lujo para todos los juegos en el Dodger Stadium. Este modelo de gasto agresivo marca la quinta temporada consecutiva en la que los Dodgers superan los límites financieros permitidos, reafirmando una gestión que prioriza el talento de élite sobre las penalizaciones económicas.

En contraste, los New York Mets representan la otra cara de la moneda: el gasto excesivo sin resultados en el diamante. Bajo la propiedad de Steve Cohen, el equipo neoyorquino enfrenta una factura de 91.6 millones de dólares en impuestos, a pesar de no haber clasificado a los playoffs. Su nómina de 346.7 millones incluyó lujos específicos para el dominicano Juan Soto, tales como seguridad personal para su familia y boletos premium. En los últimos cuatro años, los Mets han desembolsado 320.3 millones en multas, demostrando que el capital financiero por sí solo no garantiza un lugar en la postemporada.

El panorama general de la MLB refleja una liga de presupuestos disparados, con un total de nueve equipos obligados a pagar el impuesto de lujo antes del 21 de enero. La suma colectiva de estas penalizaciones alcanzó un récord de 402.6 millones de dólares, superando drásticamente los 311.3 millones del año previo. Además de los gigantes de Los Ángeles y Nueva York, franquicias como los Yankees (61.8 mdd), Phillies (56.1 mdd) y Blue Jays (13.6 mdd) figuran en la lista de deudores, subrayando una era donde las organizaciones están dispuestas a pagar precios históricos por mantener la competitividad en el «Rey de los Deportes».