Cada 1 de diciembre, el mundo conmemora el Día Mundial de la lucha contra el Sida, una fecha para expresar solidaridad con quienes viven con VIH y recordar a las víctimas de enfermedades relacionadas con el virus.
Instituida en 1988 como el primer día dedicado a la salud, este año la campaña se centra en el lema: “Superar las disrupciones, transformar la respuesta al sida”. Con el objetivo de avanzar hacia cero muertes por sida en 2030.
El llamado internacional advierte sobre diagnósticos tardíos, riesgos de retroceso y desigualdades en el acceso a pruebas, tratamiento y prevención.
El mensaje clave: el VIH sigue presente y es urgente combatir el estigma y asegurar una respuesta sanitaria sostenida.
Situación en México
En 2024, México registró 5 mil 149 muertes asociadas al VIH, el cuarto incremento anual consecutivo, según el Inegi. Ocho de cada diez fallecimientos corresponden a hombres, una tendencia persistente.
Especialistas señalan como mayor reto la detección y atención temprana, ya que muchas personas llegan al sistema de salud con enfermedad avanzada y mayor riesgo de infecciones oportunistas como tuberculosis o histoplasmosis.
Este año, las autoridades federales presentaron la Red de Respuesta al VIH en México, una plataforma orientada a articular prevención, diagnóstico, tratamiento y monitoreo, además de combatir la discriminación que retrasa la atención.
México mantiene su compromiso de eliminar al VIH como amenaza de salud pública. Sin embargo, expertos y organismos internacionales advierten que solo se logrará si se fortalecen las redes comunitarias, se garantiza financiamiento continuo y se enfrenta con firmeza el estigma social.
La ONU alerta que, sin inversión y sin acelerar la prevención y el diagnóstico, el mundo podría retroceder décadas en la lucha contra el sida.









