La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó su informe especial sobre las condiciones de las estancias migratorias en el país y determinó que ninguna estación o estancia migratoria se considera adecuada, pues existe hacinamiento, malos tratos e incluso tiene un diseño carcelario.
“Las estaciones migratorias y estancias provisionales tienen un diseño carcelario, con pasillos, puertas, filtros, barrotes y rejas que cierran por fuera y, en algunos casos, con candado”, establece.
“Son instalaciones que se asemejan a centros penitenciarios, de privación de la libertad, de control y vigilancia, y que refuerza el paradigma criminal hacia las personas migrantes”.
Cabe recordar que el 27 de marzo de 2023, se registró un incendio en la estancia provisional del INM de Ciudad Juárez, Chihuahua, que dejó 40 migrantes muertos.
La tragedia fue investigada por la CNDH y emitió la Recomendación por Violaciones Graves 111VG/2023.
En su “Informe Especial sobre las condiciones de las Estancias y Estaciones Migratorias: Hacia un nuevo modelo para la atención de la migración irregular”, el organismo, a cargo de Rosario Piedra Ibarra, convocó a revisar las detenciones ilegales y cuestionar que, derivado de los procedimientos de juicios de amparo, las personas migrantes permanezcan en aquellos recintos más tiempo del establecido, entre otras problemáticas identificadas.
“Ninguna estación o estancia migratoria es adecuada; 13 de ellas son insuficientes; 21 son inadecuadas y el resto se encuentra en situación crítica.
“De ahí que el presente informe especial, también estudia partes clave del Procedimiento Administrativo Migratorio (PAM), en el marco de la apertura para revisar la política migratoria”.
Explicó que la transformación de las estaciones migratorias “puede ser el comienzo en el cambio de paradigma donde los candados y las rejas sean sustituidos por puertas abiertas y procedimientos claros, expeditos e interinstitucionales, que les permita ejercer sus más fundamentales derechos”.
La CNDH resaltó que el objetivo de la evaluación es demostrar la necesidad de modificar el esquema en las estaciones migratorias y, por consiguiente, establecer criterios para la conformación de un nuevo modelo.
“Haciendo énfasis en que la migración irregular no es un delito y subrayando los principios de no criminalización, respeto al debido proceso y a la seguridad jurídica, así como los mecanismos para garantizar a las personas en contexto de migración el acceso a los derechos a la salud, a la vida, a la paz, a la justicia, al trato digno, a solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado, asilo político y derecho al principio de no devolución”.
