Un deslave devastó el domingo el pueblo de Tarasin, en las montañas de Marrah, en Darfur Central, Sudán, dejando un saldo estimado de hasta mil personas muertas, según informó el Ejército-Movimiento de Liberación de Sudán, grupo rebelde que controla la zona.
La organización afirmó que la aldea quedó “completamente arrasada” y pidió ayuda urgente a la ONU y a organismos internacionales para recuperar los cuerpos.
De acuerdo con un comunicado del grupo, “información inicial indica la muerte de todos los residentes del pueblo, estimados en más de mil personas. Solamente una persona sobrevivió”.
Su líder, Abdel-Wahid Nour, calificó la tragedia como un desastre “de una escala y magnitud inmensas que desafían la descripción”, al tiempo que reiteró el llamado a la comunidad internacional.
Imágenes difundidas por medios locales muestran un área arrasada entre cadenas montañosas, mientras grupos de personas buscaban sobrevivientes.
Sin embargo, las labores de rescate se han visto obstaculizadas por el mal tiempo y la falta de recursos. Una red de emergencia local reportó la recuperación de al menos nueve cuerpos este martes.
Luca Renda, coordinador humanitario de la ONU en Sudán, expresó estar “profundamente entristecido” por el desastre y señaló que las fuentes locales estiman entre 300 y mil posibles víctimas. Agregó que la ONU y sus socios ya trabajan para asistir a las comunidades afectadas.
La tragedia ocurre en medio de la guerra civil que estalló en abril de 2023 entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), conflicto que ha dejado vastas zonas de Darfur aisladas y prácticamente inaccesibles para la ayuda humanitaria.