Un avión de la aerolínea Bering Air desapareció mientras cubría la ruta entre las localidades de Unalakleet y Nome, en Alaska.
La aeronave transportaba nueve pasajeros y un piloto, perdió contacto en una zona remota del Norton Sound. En el operativo de búsqueda participan la Guardia Nacional Aérea de Alaska y equipos de rescate locales.
A este esfuerzo se ha sumado el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que colabora con recursos técnicos especializados, incluidos métodos para geolocalizar los teléfonos móviles de los ocupantes del avión.
El trayecto, de aproximadamente 240 kilómetros, se realizaba en condiciones adversas, con ligera nieve y niebla, lo que hubiese contribuido a la desaparición.
La participación del FBI agrega una dimensión tecnológica a la operación, complementando los esfuerzos aéreos y terrestres ya en marcha.
El análisis de señales celulares es especialmente útil en situaciones donde la geografía y las condiciones meteorológicas limitan la eficacia de los métodos tradicionales de rastreo.
No obstante, las vastas extensiones de terreno sin cobertura móvil en Alaska presentan un desafío adicional para la efectividad de esta estrategia.