El líder nacional del PAN, Marko Cortés, dijo que la intervención de obispos para tratar de convencer a líderes del crimen organizado para que cese la violencia en Guerrero, se dio ante la “desesperación y el miedo” con el que vive la gente, lo que demuestra la ingobernabilidad en el país.
A través de su cuenta en la red social X, antes Twitter, el dirigente del blanquiazul mencionó que la entidad gobernada por Evelyn Salgado es un “claro ejemplo de la descomposición e ingobernabilidad que vive el país”.
“La intervención de la Iglesia se da ante la desesperación y el miedo con el que vive la gente, por la decisión del gobierno de dar abrazos a criminales, en lugar de garantizar paz y seguridad”, mencionó.
Es de mencionar que, el pasado 14 de febrero, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, reveló que los cuatro obispos de Guerrero se reunieron con líderes criminales que operan en el estado para buscar la paz, pero no se concretaron los acuerdos.
Dijo que cada prelado tuvo acercamientos con los grupos delictivos que operan en su diócesis: Leopoldo González en Acapulco, Joel Ocampo en Tierra Caliente, Dagoberto Sosa en Tlapa y el propio González Hernández en la región Centro.
Luego de que se dió a conocer que los obispos se reunieron con delincuentes, el presidente Andrés Manuel López Obrador no vio mal el encuentro, sino al contrario, ya que dijo que esto contribuye a la pacificación.