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En una noche donde todos los focos apuntaban a las figuras tradicionales, Ousmane Dembélé dio la sorpresa al ser nombrado Mejor Jugador Masculino en Dubái. El galardón, otorgado este fin de semana, reconoce al extremo del PSG como el futbolista más influyente de la temporada 2025. Su victoria en la terna principal fue una validación de su estilo de juego arriesgado y explosivo, que este año encontró la efectividad necesaria para traducirse en títulos y reconocimientos individuales de alto calibre.

La clave del triunfo de Dembélé residió en su polivalencia ofensiva. A diferencia de otros goleadores puros, el francés fue valorado por su capacidad para generar ocasiones de la nada y por su generosidad en las asistencias. Su influencia en partidos decisivos, especialmente en las fases eliminatorias internacionales, fue el factor determinante que inclinó la balanza a su favor en los Globe Soccer Awards, superando a otros grandes nombres que también brillaron en la temporada.

El premio es también un espaldarazo al proyecto deportivo del PSG, que ha logrado bajo la dirección de Luis Enrique potenciar la mejor versión del galo. Dembélé ha encontrado en París un ecosistema donde su libertad de movimientos y su creatividad son la base del ataque. Este reconocimiento internacional sitúa al club parisino nuevamente en el mapa de los grandes premios individuales, devolviendo a un jugador de su plantilla a lo más alto de los podios mundiales.

Durante la ceremonia, se hizo especial énfasis en la «influencia constante» del atacante. Dembélé dejó de ser un jugador de destellos para convertirse en un futbolista de 90 minutos, capaz de decidir encuentros tanto con la pierna derecha como con la izquierda. Esa ambidiestría y su imprevisibilidad lo han consolidado como el atacante más difícil de marcar en el mundo actual, una característica que los expertos en Dubái resaltaron como fundamental para su elección.

El cierre de año para Dembélé no podría ser mejor. Con el trofeo de Mejor Jugador Masculino en sus manos, el francés se retira de la gala de Dubái con la confirmación de que su carrera ha dado el salto cualitativo que se esperaba desde su debut. El 2025 será recordado como el año en que Ousmane Dembélé dejó de ser cuestionado para ser aplaudido como el número uno del planeta fútbol.