El béisbol despide a uno de sus más grandes exponentes con el fallecimiento de Dave «la Cobra» Parker a los 74 años. El exjardinero, quien será inducido al Salón de la Fama el próximo mes, murió este sábado, según informaron los Piratas de Pittsburgh antes de su juego ante los Mets de Nueva York. Un minuto de silencio marcó el homenaje a quien brilló por casi dos décadas en las Grandes Ligas.
Parker debutó en 1973 con los Piratas, equipo con el que se consagró como Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1978 y campeón de la Serie Mundial en 1979. Posteriormente, logró otro anillo con los Atléticos en 1989. Con 1.96 metros de estatura, su poder al bate y velocidad lo convirtieron en un temido jardinero derecho.
Durante su trayectoria, Parker también jugó con Cincinnati, Milwaukee, California y Toronto. Acumuló un promedio de bateo de .290, 339 cuadrangulares, 1,493 carreras impulsadas y más de 2,700 hits. Fue siete veces All-Star, tres veces ganador del Guante de Oro y una inspiración dentro y fuera del campo.
Elegido al Salón de la Fama por un comité especial en diciembre de 2024, Parker confesó que rompió en llanto al enterarse. A pesar de haber sido diagnosticado con Parkinson en 2012, su espíritu competitivo nunca decayó, y su influencia en figuras como Canseco y McGwire es ampliamente reconocida.
Su legado fue recordado por figuras como Andrew McCutchen y el comisionado Rob Manfred, quienes resaltaron su impacto histórico. “La Cobra” no solo será recordado por sus estadísticas, sino por su pasión, entrega y liderazgo dentro del diamante.