Las alarmas se encendieron en la NFL luego de confirmarse la muerte de Marshawn Kneeland, jugador activo de los Dallas Cowboys. El joven defensivo de 24 años fue hallado sin vida en Texas, lo que ha dejado consternada a la comunidad del futbol americano.
De acuerdo con el informe de la policía de Frisco, los hechos ocurrieron tras una persecución vehicular que terminó con el hallazgo del cuerpo del jugador, quien presentaba una herida de bala. Las autoridades investigan el caso bajo la línea de un posible suicidio.
El comunicado oficial agrega que, días antes, los agentes habían recibido información sobre posibles pensamientos suicidas de Kneeland. Esa alerta fue clave para entender el contexto del trágico final que impactó al equipo y a sus seguidores.
Fuentes cercanas revelaron que el jugador se habría despedido de su familia antes de la tragedia. Incluso, su novia comentó que el deportista portaba un arma y había expresado su intención de terminar con todo.
La pérdida de Kneeland deja un vacío en el vestidor de los Cowboys, donde se le consideraba un joven disciplinado y de gran futuro. Hoy, el deporte estadounidense se une en solidaridad ante un hecho que refleja la importancia de atender la salud mental en los atletas.











