Seis corredoras rarámuris, formando el equipo “Ra Ra Ra”, hicieron historia al participar en The Speed Project, un exigente desafío de relevos que abarca 540 kilómetros desde Los Ángeles, California, hasta Las Vegas, Nevada, en Estados Unidos. Este desafío se distingue por ser una carrera continua a lo largo de tres días.
Equipadas con sus tradicionales huaraches, Verónica Palma, Ulisa Fuentes, Isadora Rodríguez, Lucía Nava, Rosa Para y Argelia Orpinel, se destacaron al convertirse en las primeras mujeres rarámuris en completar esta prueba, demostrando la fortaleza y resistencia heredadas de su cultura.
La carrera, que es equivalente a casi 13 maratones, impone que cada corredora avance un mínimo de 90 kilómetros antes de pasar el testigo al siguiente miembro del equipo, el cual acompaña en vehículos de apoyo para intervenir cuando sea necesario.
Desde su inicio el viernes y hasta su finalización el domingo, estas atletas enfrentaron un reto que simulaba los terrenos montañosos de la Sierra Madre Occidental a los que están acostumbradas, participando de día y de noche sin interrupciones.
Pese a competir sin el equipo convencional de un atleta, estas corredoras rarámuris, también conocidas como tarahumaras, demostraron una impresionante capacidad atlética y una resistencia extraordinaria, destacándose en un evento que exigía correr continuamente por tres días, cubriendo distancias aproximadas de 90 kilómetros cada una.
Con su atuendo tradicional, consistente en una falda ancha de colores vibrantes y huaraches, el equipo femenino superó diversos desafíos climáticos y de terreno, llegando a la meta en 52 horas, rodeadas de admiración y reconocimiento por su hazaña.
Aunque aspiraban a reunir un donativo de 500 mil pesos a través de la plataforma Donadora.org, lograron recolectar 234 mil 93 pesos, un testimonio de su compromiso y esfuerzo. Este logro se suma al reconocimiento de otras mujeres rarámuris como Lorena Ramírez, cuya historia ganó fama internacional gracias a un documental de Netflix, destacando la rica tradición atlética y la conexión profunda con la naturaleza de su comunidad, que sigue inspirando al mundo desde las cordilleras de México.