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El Grimsby Town escribió una de las páginas más sorprendentes de la Carabao Cup al eliminar al Manchester United en la segunda ronda del certamen. El equipo de cuarta división inglesa resistió la presión, llevó el partido hasta la tanda de penales y consumó una hazaña que se recordará por décadas.

El encuentro comenzó con un dominio inesperado del Grimsby, que tras 30 minutos ya tenía una ventaja de dos goles. Charles Vernam adelantó al cuadro local al 22’, mientras que Tyrell Warren amplió la diferencia al 30’, desatando la euforia en las gradas. El United, con un plantel alternativo, se vio sorprendido y sin reacción en la primera mitad.

Consciente del riesgo, Ruben Amorim no dudó en recurrir a sus titulares para la segunda parte. La diferencia en calidad se notó en los últimos minutos: Bryan Mbeumo acortó distancias al 75’ y Harry Maguire empató al 89’, forzando los penales en un partido que parecía enderezarse para los Red Devils.

Sin embargo, la tanda se convirtió en un suplicio interminable. Después de 24 cobros, la balanza se inclinó a favor del Grimsby, gracias a los errores de Matheus Cunha y Bryan Mbeumo. La euforia en el estadio contrastaba con la incredulidad de los jugadores del United, que vieron escapar un torneo donde se esperaba protagonismo.

Con este resultado, el Grimsby se ganó un lugar en la historia de la Copa y del fútbol inglés, demostrando que la diferencia de categorías no siempre garantiza el triunfo. Para el United, la eliminación representa una mancha en su temporada y un llamado de atención de cara a los compromisos venideros.