En una noche histórica para la lucha libre, Cibernético se alzó como el gran vencedor en el Domo de la Muerte, desenmascarando a Psicosis en el evento principal de Triplemanía XXXII. Tres tercias se enfrentaron en una batalla épica: Psycho Circus, la Secta Cibernética y Los Vipers, donde las máscaras y cabelleras de los luchadores estaban en juego. Desde el primer segundo, el combate fue una guerra total, con cada equipo luchando con todo por su honor.
El desenlace del combate llegó cuando Psicosis y Cibernético quedaron como los últimos luchadores en la jaula. La traición de Abismo Negro Jr. fue decisiva, pues ayudó a Cibernético a salir del domo, dejando a Psicosis sin posibilidad de escapar. Fue entonces cuando el luchador, con 27 años de carrera, se vio obligado a revelar su identidad como Juan González Cruz, originario de Puebla.
La caída de la máscara de Psicosis marcó el fin de una era en la lucha libre. Con emoción y orgullo, decidió que Marisela Peña fuera quien le quitara la tapa, mostrando el rostro del hombre que durante décadas se entregó al máximo en los encordados. Esta derrota, aunque dolorosa, subraya el legado de Psicosis como un luchador que siempre ha dado todo por sus seguidores.