El gobierno chino fijó su postura en torno al conflicto comercial que se espera, por la imposición de aranceles anunciada en la administración de Donald Trump.
“China está profundamente insatisfecha y se opone firmemente a los aranceles”, indicó el Ministerio de Comercio Exterior de Pekín en un comunicado.
Calificó las medidas estadounidenses como “prácticas erróneas” y adelantó que presentaría un reclamo contra Washington en la Organización Mundial del Comercio (OMC), por considerar que la imposición de aranceles unilaterales “viola seriamente” las reglas internacionales de este organismo e instó a Estados Unidos a «entablar un diálogo franco y reforzar la cooperación».
La presentación de una demanda ante la OMC podría permitir a Pekín transmitir el mensaje de que defiende el sistema de comercio basado en normas, al que adhirieron por mucho tiempo los dos grandes partidos estadounidenses. Pekín hizo lo mismo frente a los aranceles de hasta el 45% a los vehículos eléctricos fabricados en China por parte de la Unión Europea.
“China espera que Estados Unidos observe y enfrente de manera objetiva y racional sus propios problemas, como el tráfico y consumo de fentanilo, en lugar de amenazar todo el tiempo a otros países con aranceles”, agregó el ministerio encargado del comercio exterior.
La respuesta «moderada» de China marcó un contraste con las represalias directas y la expresión indignada de Canadá, un aliado de Estados Unidos desde hace mucho tiempo, y de México, el principal destino de las exportaciones estadounidenses.