Sergio “Checo” Pérez generó controversia tras la clasificación del Gran Premio de Estados Unidos, donde comentó que su RB20 no tiene las mismas actualizaciones que el de Max Verstappen. Esta diferencia se reflejó en la pista, con una diferencia de más de seis décimas entre ambos pilotos.
No pasó mucho tiempo antes de que Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, desmintiera las declaraciones de Pérez. Horner afirmó que ambos monoplazas cuentan con las mismas mejoras, lo que generó una contradicción pública entre el piloto y el líder del equipo.
Pérez ha expresado su frustración en varias ocasiones, y la falta de rendimiento en las curvas rápidas refuerza su percepción de que las condiciones no son iguales dentro del equipo. La tensión parece estar alcanzando un punto significativo.
NAnte esta situación, la gran incógnita es: ¿quién está diciendo la verdad? Las diferencias en el equipo reflejan las complejidades que pueden surgir incluso en una escudería tan exitosa como Red Bull.