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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) se pronunció a favor de la atleta sudafricana Caster Semenya, al señalar que no tuvo un juicio justo en Suiza respecto a la obligación impuesta por World Athletics de reducir su testosterona natural. Aunque el TEDH no encontró violaciones en materia de privacidad o discriminación, sí apuntó deficiencias en las garantías procesales que recibió la deportista.

Semenya, bicampeona olímpica y triple campeona mundial en los 800 metros, vive con una condición llamada hiperandrogenismo, lo cual le hace producir niveles elevados de testosterona. La federación internacional le exigía reducir esos niveles para competir, lo que la llevó a apartarse de las pistas desde 2019 tras negarse al tratamiento hormonal.

La sentencia del TEDH, votada por 17 jueces, concluyó que el Tribunal Federal suizo no hizo un análisis profundo de la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que había apoyado las exigencias de World Athletics. Esta falta de revisión vulneró el derecho de Semenya a un juicio justo.

La corredora, de 33 años, recibió el veredicto en Estrasburgo acompañada por su equipo legal. “Este fallo es una advertencia a los dirigentes deportivos: deben proteger a los atletas antes que imponer condiciones discriminatorias”, declaró.

El caso de Semenya continúa siendo un símbolo de resistencia frente a normativas que, en nombre de la equidad, pueden limitar derechos fundamentales. Su lucha ha reabierto el debate sobre los límites entre biología, género y justicia deportiva.