Tras el fallecimiento del Papa Francisco, la Iglesia Católica se prepara para el cónclave que elegirá a su sucesor. El proceso comenzará entre el 5 y 10 de mayo, una vez concluido el Novendiali, el periodo de nueve días de luto y oraciones en honor al pontífice fallecido.
Durante el novenario, se celebran misas diarias en la Basílica de San Pedro, presididas por distintos cardenales.
El cónclave reunirá a los cardenales menores de 80 años en la Capilla Sixtina, donde votarán en secreto hasta alcanzar una mayoría de dos tercios que determine al nuevo Papa. Aunque cualquier varón católico bautizado es elegible, desde 1389 siempre se ha elegido a un cardenal.
Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, es responsable de organizarlo. A sus 91 años, no participará en la votación debido a su edad, pero su experiencia y liderazgo serán clave en las deliberaciones previas.
Con alrededor de 80% de los 135 cardenales electores nombrados por Francisco, se espera que el nuevo Papa continúe con las reformas y enfoque pastoral de su predecesor.
Una vez elegido, será presentado al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con el tradicional «Habemus Papam», marcando el inicio de una nueva etapa para la iglesia católica.