Una enfermera del Hospital Materno Neonatal de Córdoba, Argentina, fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de cinco bebés en 2022 y por el intento de homicidio de otros ocho.
Después de un juicio que duró más de seis meses, la mujer de 30 años recibió la condena máxima como autora material de cinco homicidios calificados, pues se comprobó que suministró inyecciones de potasio e insulina a las víctimas.
El jurado determinó que la enfermera tenía pleno conocimiento de que las sustancias podían causar la muerte de los bebés, nacidos entre el 18 de marzo y el seis de junio de 2022.
Los ocho niños sobrevivientes fueron sometidos a terapia intensiva para ser salvados; uno de ellos presenta desde entonces retraso madurativo.