La ciudad de Los Ángeles se prepara para iniciar un plan para flexibilizar las producciones cinematográficas y televisivas, en un intento por revivir la industria de Hollywood tras la amenaza de aranceles del presidente Donald Trump a películas extranjeras.
La medida prevé reducir costos y agilizar procesos municipales para la filmación en exteriores, además de ampliar el acceso a lugares emblemáticos como la Biblioteca Central, el Puerto de Los Ángeles y el Observatorio Griffith.
La alcaldesa, Karen Bass, emitió una orden ejecutiva para facilitar que “los estudios y productores independientes filmen películas, programas de televisión y anuncios publicitarios en la ciudad”, informó su Oficina en un comunicado.
La orden exige a departamentos de la ciudad reducir las regulaciones y optimizar los procesos para la industria cinematográfica y televisiva a través de la reducción de tarifas y plazos de revisión de documentación.
También plantea un enfoque “proactivo y favorable al cine para la comunicación entre los departamentos de la ciudad”, en especial con aquellos proyectos que podrían afectar los cronogramas de filmación.