El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, negó que el migrante Kilmar Ábrego, deportado ilegalmente a su país por parte de la administración de Donald Trump, haya sufrido torturas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
“El hombre no fue torturado, ni perdió peso. De hecho, las fotos muestran que engordó durante su detención. Hay muchas imágenes de diferentes días, incluida su reunión con el senador Van Hollen, quien confirmó que el hombre parecía estar bien”, escribió Bukele en redes sociales.
“Al parecer, cualquier cosa que afirme un criminal es aceptada como verdad por los principales medios de comunicación y el desmoronado sistema judicial occidental”, reclamó el mandatario salvadoreño.
El mensaje está acompañado por un video del interior de una celda que supuestamente se grabó entre el 16 de abril y 30 de mayo de 2025, pero que no se parece a los pabellones del Cecot que se conocen públicamente.
Además, se incluyen imágenes de supuestas evaluaciones médicas, de la participación de Ábrego en un programa en el que privados de libertad desarrollan diversas actividades, y de su regreso a Estados Unidos.
Kilmar Ábrego, que se encuentra en Estados Unidos, denunció haber sufrido torturas durante su estancia en la megacárcel del país centroamericano construida para pandilleros.
Es la primera vez que da detalles de su experiencia en el Cecot, a donde se le envió en marzo junto con un grupo de migrantes venezolanos y salvadoreños a pesar de que contaba con una orden de un juez estadounidense para no deportársele a su país natal.