El político centrista Rodrigo Paz Pereira asumió este sábado la Presidencia de Bolivia para un periodo de cinco años, marcando el fin de 20 años de hegemonía de la izquierda en el país.
Nacido en Santiago de Compostela en 1967 durante el exilio de sus padres, Paz juró el cargo ante su vicepresidente, el exoficial de policía Edmand Lara, y ante los nuevos legisladores elegidos en los recientes comicios generales.
El mandatario ganó la segunda vuelta del 19 de octubre con el 54.96 % de los votos, superando al exmandatario conservador Jorge “Tuto” Quiroga, quien obtuvo el 45.04 %.

A la ceremonia asistieron los presidentes de Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay, además de representantes de Estados Unidos, la Unión Europea, China y varios países de la región. Entre los invitados también figuraron expresidentes bolivianos, incluido su padre, Jaime Paz Zamora.
Paz Pereira hereda un país en crisis económica, con escasez de dólares y combustibles que ha encarecido alimentos y servicios. Prometió implementar un modelo de “capitalismo para todos”, con créditos accesibles, reducción de impuestos y apertura comercial, además de eliminar lo que definió como el “Estado tranca”.
El nuevo presidente afirmó que buscará abrir Bolivia al mundo, aunque excluyó a Venezuela, Cuba y Nicaragua, por considerar que carecen de gobiernos democráticos.













